ABSTRACT
Existen pocas publicaciones nacionales que analicen los aspectos clínicos de esta patología, cuyo diagnóstico se ha incrementado en la última década. Nuestro objetivo es caracterizar una serie de 19 casos tratados entre 1982 y 1998 en el Servicio de Neurología del Hospital Carlos van Buren de Valparaíso. Para ello se revisaron retrospectivamente las fichas que cumplieron los criterios diagnósticos actualmente establecidos. Se excluyeron los casos asociados con infección por VIH. Del total de casos, el 94 por ciento fueron varones, cuyo promedio de edad alcanzó los 51 años. Sólo el 21 por ciento tenía antecedentes de lúes primaria. Las formas de presentación más frecuentes fueron los déficit de pares craneales (36.8 por ciento), demencia (26,3 por ciento) y compromiso motor piramidal (21 por ciento). El VDRL en sangre resultó reactivo en 94 por ciento de los pacientes. El líquido cefalorraquídeo mostró pleocitosis mononuclear moderada en 13 pacientes, hiperproteinorraquia sólo en 6, y el VDRL fue reactivo en 73,6 por ciento de los casos. La mayoría se trató con penicilina sódica en dosis de 150.000 UI/Kg./día, cumpliendo criterios de curación el 94 por ciento de ellos. Se concluye que los resultados concuerdan con la literatura y refuerzan la intención de buscar dirigidamente esta enfermedad, especialmente entre hombres de edad media con deterioro cognitivo, déficit motor y/o de pares craneales con inicio reciente.
Subject(s)
Humans , Neurosyphilis/diagnosis , Neurosyphilis/epidemiology , Chile , Retrospective Studies , Treponema pallidumABSTRACT
Se analizan las características epidemiológicas y prevalencia de factores de riesgo en una muestra aleatoria de 111 pacientes ingresados al Hospital Van Buren de Valparaíso entre 1990 y 1992. El 54 por ciento de los ACV ocurrió en mujeres; 55 por ciento fueron de carácter hemorrágico y 18 por ciento fueron en menores de 50 años. La hipertensión arterial estuvo presente en el 71,2 por ciento de los pacientes, 2/3 de los cuales no se controlaban o lo hacían irregularmente; 47,5 por ciento de los pacientes presentaban cardiopatía, siendo más frecuente los trastornos del ritmo. El 19,8 por ciento eran diabéticos y el 28,8 por ciento fumaba; el 13,5 por ciento tenía un hematrocito mayor que 50 y 21,6 por ciento habían sufrido un ACV previo. Sólo dos factores fueron estadísticamente diferentes entre ACV isquémicos y hemorrágicos: la presencia más frecuente de diabetes y cardiopatía entre los primeros (p>0,001). Se concluye en la necesidad de mejorar el control de la hipertensión arterial y de nuevos estudios para explicar los hallazgos encontrados